Club Alpino Maliciosa
Una
historia sin final
VIAJEROS VERTICALES
Por Jesús
García y Jiménez
Escritor y periodista
de Turismo
H
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ay cosas que dicen que son tan efímeras como la vida misma,
pero sus hechos, cuando han sido notables, perduran en las noches de los
tiempos.
Días atrás, ha sido para mí una gran alegría comprobar que
las personas que realizaron estos hechos concretos, a los que me refiero, hemos
coincidido animados por una cierta nostalgia cayendo en eso que ahora llamamos
redes sociales.
Han pasado más de cuarenta años, y vaya usted a saber las
vicisitudes personales que transcurrieron entre los que componíamos aquel grupo
de montaña que surgió en Madrid a principio de la década de los 70, del siglo
pasado, claro está.
De los componentes del antiguo TIJ, nació el Club Alpino
Maliciosa, institución de la que tuve el gran honor de formar parte durante
casi un lustro hasta que por motivos que no vienen al caso tuve que ir
apartándome del magnífico ambiente de este gran colectivo que como miembro del
consejo directivo formé parte.
Como supongo que los profanos, los que supongo numerosos en
el tema, de lo que en sí representa la montaña, confunden esto con un deporte,
he de añadir que esto constituye un craso error, visto bajo esta óptica. Pero
claro, tras los años 40 todo lo que supusiera un esfuerzo físico más o menos incluido el
ajedrez, había que encuadrarlo en algo; y ese algo fue hacer de ello un
deporte, en lugar de verlo como lo que realmente es: pura filosofía.
Este Club, por la razón expuesta, no fue diferente en ese
aspecto y tuvo que encuadrarse desde su fundación dentro de la disciplina que
imponía la Federación Española de Montañismo al igual que todas las sociedades
de montaña de hogaño.
Pero ¿Qué le hizo diferente?: principalmente una extrema
juventud con ideas aperturistas de un concepto de montaña tan tradicional como
obsoleto y que necesitaba abrirse paso caminando a las cumbres extramuros de
nuestra piel de toro y demostrar personalmente la valía de una nueva generación
de gentes de montaña.
Realmente fue la primera sociedad que fundó en su seno una
Sección de Marchas para personas de todas las edades, reservado en aquel tiempo
solo en las de mayor renombre a los socios veteranos. Conseguir una élite no esperada en
una sociedad de estas características que a los pocos años de su fundación
montaría una expedición andina con siete miembros destacados teniendo en honor
de conquistar por primera vez en una nueva vía la cumbre peruana del
Chacraraju. Demasiadas fueron las dificultades que se hubo de franquear para
llegar a un logro de esta envergadura, que la mayoría de medios oficialistas
quisieron acallar.
Fue costeada casi en su totalidad por los siete jóvenes
montañeros de esta sociedad montañera cuyas edades no superaban los 23 años;
pero al no ser del círculo clasista, por una parte, de los federativos de
turno, así como su ideario pseudopolítico de la época, sin considerar su valía
se cerraron las puertas de las subvenciones, que a decir verdad “haberlas las
había”. Se cubrió de gloria el entonces y extinto presidente de la FEM Sr.
Odriozola.
Aquello no acababa más que comenzar. Años antes y
concretamente en Enero de 1977 salía para el mundo montañero en número 0 de la
revista Alta Ruta que editada por el Club Alpino Maliciosa sería durante
bastantes años la publicación montañera de vanguardia más cotizada en el
alpinismo nacional, con repercusión en ambientes allende nuestras fronteras.
Trofeos y actividades de calidad sociales e intersociales,
ciclos de cine de montaña, semanas de divulgación y otros muchos eventos
hicieron en los años sucesivos catalogar este club como la sociedad más popular
y más completa en sus actividades.
Pronto llegó al sector del la montaña la palabra “globalización”
las sociedades iban decayendo a la vez
que se contaban por cientos, entonces el mal menor fue integrarse en una nueva
sociedad con el nombre de Montañeros Madrileños que pervive en la actualidad
siendo la mayor en afiliación en la Comunidad de Madrid y una de las mayores de
España. Textualmente y desde la web de esta entidad aclaran: -estuvo precedido de un amplio estudio de
viabilidad, en un panorama en el que de los clubes se podría decir que
"había demasiados". Efectivamente más de trescientos en la Comunidad
de Madrid, con un escasísimo número de socios cada uno, e incapaces en su mayor
parte de prestar servicio alguno a los mismos, con toda lógica, al carecer de
potencial organizativo y económico. No parecía que la idea de formar uno nuevo
fuera la mejor pero tenía sus razones.
Y esa fue la larga y efímera a la vez de esta sociedad
alpina, y que una tarde de esta primavera por medio de las redes sociales
estamos apareciendo parte de aquellos, que en su día también fuimos jóvenes,
dimos gloria a lo que fue y todavía es el panorama montañero español a través de
ese club conocido simplemente como “El Maliciosa”, haciendo honor a la 3ª
cumbre de la Sierra de Guadarrama con sus 2227 m.s.n.m..
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En esta faceta de montaña, es nuestra intención ofrecer a los lectores de este blog, una serie de artículos de Viajeros Verticales, con una filosofía hermanada con la del Glorioso Mester en cuanto en rendir culto a la amistad
FOTOGRAFIAS CEDIDAS POR Carlos M. Gallego y Eugenio Hevia
AGRADECEMOS CUALQUIER COMENTARIO EN LA PARTE INFERIOR. GRACIAS.
Cuantas veces he pensado que al enterarse de la victoria de los expedicionarios del C.A.M. el entonces presidente de la FEM y sus acólitos debieron pensar quela tierra, en eso de tragarse a los humanos, obra con una censurable falta de oportunidad.
ResponderEliminarEs mi modesta opinión
Saludos
R.J.E.
Alguien sabe en qué año entró en el C.A.M. el conocido alpinista Félix de Pablos? Gracias y saludos.
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